Eyaculación Femenina

La eyaculación femenina era un fenómeno bastante desconocido hasta hace poco. Muchas mujeres que lo experimentaban se sentían avergonzadas de ello y pensaban que tenían un problema, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, algunas mujeres que no lo han vivido intentan experimentarlo.

Es también conocida como cumming, gushing o squirting, se refiere a la expulsión de una cantidad variable de fluido a través de la uretra de algunas mujeres durante el orgasmo. El líquido expulsado es descrito como un líquido claro o transparente que surge de la vagina, a veces con fuerza, que tiene una composición parecida al líquido generado en los hombres por la próstata, y cuya producción se piensa que relacionada con las glándulas de Skene. 

En 2003, Emanuele Jannini de la Universidad L'Aquila en Italia ofreció una explicación para este fenómeno, así como para la frecuente negación de su existencia, las aperturas de la glándula de Skene varían generalmente en tamaño de una mujer a otra, hasta el punto de que en algunas mujeres ha desaparecido enteramente. Si las glándulas de Skene son la causa de la eyaculación femenina, esto puede explicar la ausencia observada de este fenómeno en muchas mujeres.

La eyaculación esta compuesta por cuatro ingredientes principales, glucosa, fosfatasa ácida prostática, urea y creatinina. Los últimos dos ingredientes se encuentran comúnmente en la orina, pero en menores cantidades que en la orina. En consecuencia, podemos decir que hay algo de orina en la eyaculación. Algunos estudios concluyen que la eyaculación de algunas mujeres se parece más a la orina, mientras que en otras tiene el aspecto del fluido prostático. Hasta que se pueda responder esta pregunta con absoluta precisión, lo adecuado será decir que la eyaculación tiene un poco de las dos. En cuanto a la cantidad, ésta puede variar desde algunas gotas hasta una verdadera ducha.

Este tema que ha tardado mucho en hablarse y después ha levantado mucha polémica. Concretamente, la eyaculación femenina es un líquido que la mujer expulsa a través de la uretra en el momento del orgasmo. No hay que confundirlo con la orina (ya que no tienen la misma composición) ni pensar que se trata de un problema.

Tampoco se trata de una excesiva lubricación vaginal, sino que es algo que no todas las mujeres experimentan (y no por ello significa que no lleguen al orgasmo o que no disfrute plenamente de la relación sexual). Actualmente y una vez superado el tabú que reinaba en torno al tema, muchas mujeres intentar conseguir esta eyaculación siguiendo una serie de pautas.

Lo importante es estimular el punto G. Con los dedos en la vagina, realizar un movimiento como si estuvieses invitando a venir a alguien, de manera repetida. Es muy posible que sientas una sensación parecida a la de tener ganas de orinar, pero no debes detenerte ni preocuparte porque es precisamente el síntoma de que vas bien encaminada.

Antes de empezar, pon una toalla o un plastiquito en la cama o dónde estés practicando el squirting ya que si no podrás mojarlo. Es posible que la primera vez no consigas llegar a eyacular, pero no te preocupes. Se trata de ir practicando hasta conseguirlo ¡Ánimo! Además, no será desagradable practicar...