viernes, 8 de octubre de 2010

El papel del clítoris

Conocer el papel del clítoris como punto focal del erotismo sexual femenino, puede ser perturbador para algunas personas, pero es completamente lógico. El glande clitoridiano, tiene el mismo número de terminaciones nerviosas del glande peneano. Trátase de un órgano particularmente sensible. La piel del glande clitoridiano, es derivada del mismo material embrionario que el pene y es el correspondiente erótico funcional de ese órgano masculino. Los bebes femeninos de meses, experimentan excitación erótica por primera vez por la manipulación del clítoris externo y no de la vagina. Es importante señalar, una y otra vez, que la vagina no cuenta en sí misma con tejidos que reaccionen a la estimulación erótica. Toda la excitación, le es "prestada" y transferida por el clítoris. 

Digamos para completar el concepto, que el clítoris no se reduce a aquella pequeña punta que emerge sobre la entrada del conducto vaginal. El clítoris es una estructura grande y compleja, que hunde sus raíces dentro del aparato genital femenino, sobre el techo del conducto vaginal. Está dividido en dos partes, "cabalgando" y "abrazando" la entrada del conducto, de tal manera, que cuando tocamos el clítoris y este se llena de sangre, hace relieve sobre el techo de los primeros milímetros de la vagina. Este es el famoso "Punto G", que ningún ginecólogo puede observar, porque la mujer -en el momento del examen médico-ginecológico- no se encuentra excitada sexualmente. 

En otras palabras, el famoso "Punto G", no es sino el clítoris interno. Tocar el clítoris externo, rozar con el pene o dedos el clítoris interno, "tironear" la apertura de la vagina hacia el ano, son maniobras que tienden a llenar los cuerpos cavernosos del clítoris y por lo tanto, a excitar a la mujer. 
No debería sorprender saber que las mujeres tienen dificultad en alcanzar el orgasmo exclusivamente a través de la estimulación vaginal. Que es la misma dificultad que los hombres tendrían si tuvieran que alcanzar el orgasmo a través de la estimulación exclusiva del escroto, o sea, las cubiertas de piel testiculares. Las mujeres de hecho, tienen umbrales y niveles orgásmicos diferentes. Algunas consiguen tener orgasmo a través de la estimulación clitoridiana. Tales mujeres apenas son el extremo muy amplio de variaciones de la población femenina sexualmente activa.

La gente se sorprende al saber, que solo el 20 al 30 % de las mujeres experimentan el orgasmo con la penetración exclusivamente. Que otro 20 al 30 % de las mujeres alcanzan el orgasmo con la penetración, pero suplementarios con estímulos clitoridianos simultáneos. Y existe también, un grupo de mujeres, quizá otro 20 a 30 % que solo tienen orgasmo sin la penetración, tocándose y acariciándose ellas solas, ya sea delante del compañero, o fuera de él.

En consideración a las cifras y las categorías enunciadas y tomando en cuenta los hechos anatómicos, parece extremadamente lógico y razonable considerar la mayor parte de la anorgasmia coital femenina, como una variante normal de la reactividad femenina y no como una disfunción. La mujer "normal" que no es neuróticamente inhibida, pero posee un nivel y un umbral orgásmico elevado, puede no ser capaz de alcanzar el orgasmo a través del coito, en vista de ese umbral elevado.

Muchos sexólogos suscriben hoy la idea de que buena parte de lo que se acostumbraba a rotular como disfuncional es, en verdad, apenas una variante normal de la reactividad femenina. La idea científica actual es que el grado de reactividad al orgasmo tiene una distribución relativamente normal en la población en general, como ocurre en otras características físicas y respuestas reflejas. Algunas mujeres son naturalmente capaces de llegar al orgasmo por medio del coito, sin ninguna estimulación clitoridiana directa, en tanto que otras, no son capaces de llegar al orgasmo durante el coito con penetración, aún teniendo excitación clitoridiana prolongada.


Fuente: e-sexologia.com

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