martes, 5 de octubre de 2010

Los orgásmos vaginales son más "maduros" que los clitoridianos

La respuesta orgásmica está caracterizada por una elevación leve de la presión arterial, aumento de la frecuencia del pulso, respiración más profunda y rápida, congestión de los tejidos especiales con sangre (cuerpos cavernosos peneanos y clítoris y zona perivaginal en la mujer) y finalmente, la liberación explosiva de tensión nerviosa acumulada; lo que finalmente, denominamos orgasmo. Esta liberación va seguida de inmediato por un rápido retorno o involución del cuerpo a lo normal, o sea el estado anterior, sin estimulación. La sensación subjetiva de orgasmo está centrada, predominantemente, en la región pélvica, en el pene, en la próstata y en las vesículas seminales en los hombres y en el clítoris, en la vagina y el útero de las mujeres. 
El orgasmo es una experiencia de corta duración, de no más de diez o doce segundos, con una intensidad difícil de explicar en palabras (en castellano, existe una palabra para designar aquello que no puede expresarse, precisamente, en palabras: "inefable"). Es muy probable que si el hambre tuviera que ser satisfecha en un lapso igualmente corto, quizá se experimentaría una reacción con intensidad semejante. A.Kinsey en los años 50, halló que sólo el 70 % de las mujeres lograban el orgasmo durante su primer año de matrimonio. Sin embargo, el 95 % de las mujeres de la muestra estadística, habían obtenido orgasmo posteriormente, en algún momento de la vida. En la actualidad, más de cincuenta años después, la cifra de mujeres con orgasmo, ha aumentado sensiblemente. Tienen orgasmo antes de casarse y luego de casarse. 
En relaciones ocasionales, o de duración prolongada. La creencia en la supuesta "madurez" del orgasmo vaginal, es una creencia que predominó en los primeros cuarenta o cincuenta años del siglo XX. Fue sostenida por S.Freud y produjo infinidad de daños psicológicos, tanto en mujeres como en los hombres. Que las mujeres no tengan la facilidad de tener orgasmo que si tienen los hombres, no tiene nada que ver con el tipo, la manera, el modo de obtenerlos. De hecho, la incapacidad de alcanzar el orgasmo durante el coito, a pesar de una respuesta plena ante otras forma de estimulación sexual, constituye la queja más común de las mujeres que buscan ayuda de los terapeutas sexuales. El bloqueo psicológico y fallas o malos entendidos educacionales, parece ser la respuesta a esa dificultad. Y por supuesto, la presencia en la mente de esas mujeres, del mito que estamos analizando. La cualidad de un orgasmo, es decir, la intensidad, duración y placer global, puede variar de un coito al otro. 
La originalidad y la frecuencia de la ocurrencia, pueden influir sobre la calidad de la siguiente experiencia sexual, como pueden influir también, factores tales como la ansiedad, la culpa, la ira o la depresión. Juegan imporante papel, la indiferencia al compañero y el contexto donde se realiza la relación amorosa. Los orgasmos femeninos, pueden ser obtenidos acariciando el clítoris o la zona aledaña a él. Para ello, debemos advertir, que lo que conocemos por "clítoris", es apenas la parte visible y palpable de un órgano muy complejo y extenso, que hunde sus raíces cabalgando sobre la entrada del conducto vaginal, por detrás de los labios mayores y menores de la vulva. No existe el orgasmo femenino sin la intervención del clítoris. Inclusive en aquellas mujeres que dicen que solo logran el orgasmo con la penetración, se sorprenderían si supieran que lo obtienen, porque el pene roza la entrada de la vagina, y golpetea con el hueso pubiano y las bolsas testiculares la zona de la vulva. Esto quiere decir, que se excita el clítoris de muchas maneras, porque se encuentran en él, los cuerpos cavernosos (igual que en el pene) que se llenan de sangre con la excitación y el roce. 
Aquella región pequeña, que se toca como una pequeña fosita en el techo del conducto vaginal en la entrada del mismo, el famoso "punto G", no es sino, el clítoris interno, que hace relieve, cuando la mujer se encuentra excitada sexualmente, sobre la vagina. Puede sorprender, pero la vagina carece de terminaciones nerviosas. Todo lo que "siente" la vagina, lo siente porque "se lo presta" el clítoris, que rodea la entrada del conducto vaginal. Por lo tanto, carece de sentido hoy, hablar de distintos tipos de orgasmo. Todos los orgasmos, directa o indirectamente, tienen intervención del clítoris. Incluso es más. La variedad de la obtención del orgasmo femenino, la experimentación, la posibilidad de goce de diferentes maneras, proporciona una idea aproximada de la salud mental, no sólo sexual, de la mujer. Hoy, comienzos del siglo XXI, la salud mental de una persona, es medida por la posibilidad de tener opciones.

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