El Tabú del sexo anal

Podemos decir que el amor entre dos personas culmina con el encuentro sexual.

Así, cuando la relación de una pareja se sustenta en la confianza, en el respeto y en el amor, grandes son las posibilidades de vivir una sexualidad plena y satisfactoria. Eso significa que la pareja comprometida con el bienestar de cada uno, puede permitirse experimentar algunas variantes sexuales, como el sexo anal.

La práctica del sexo anal todavía es cercada por muchos tabú, porque para varias personas es visto como algo animal, pecaminoso o errado. Son prejuicios que distorsionan una alternativa de placer. Esta práctica puede ser vivenciada por la pareja como una posibilidad más de satisfacción o, también en casos donde la mujer presenta alguna patología que impida la penetración vaginal.

Claro que algunos cuidados son necesarios, a fin de evitar una experiencia dolorosa y traumática: el uso de lubricante es uno de ellos, pues el ano no posee lubricación y no es elástico como la vagina. Se recomienda algún tipo hidrosoluble o aceite de almendras. Nada de vaselina, por ser a base de petróleo podrá generar irritaciones, además de facilitar el rompimiento del preservativo.

Es fundamental que la mujer esté bien relajada y se sienta a gusto. Lo ideal es que ella comande los movimientos de la penetración, pues si el músculo anal se contrae podrá provocar una profunda incomodidad; si eso ocurre, cabe a la pareja tener la paciencia de esperarla para relajarse nuevamente. La mujer podrá llegar al orgasmo, principalmente si hay manipulación del clítoris durante la penetración.

Recuerde: la penetración debe ser lenta y cuidadosa. Puede ser que el primer intento no sea tan placentero.

Por tanto es necesario que la pareja converse mucho y que la mujer no ceda sólo para satisfacer a su pareja. Tiene que ser una decisión conjunta porque como dije anteriormente, requiere confianza, respeto y amor mutuo. Existen otros cuidados. No se debe, en hipótesis alguna, introducir el pene en la vagina luego de la penetración anal.

Es fundamental que sea hecha la higiene del órgano, porque en caso contrario podrá causar infecciones debido a la transmisión de bacterias de un lugar para otro. No se puede olvidar que el uso del preservativo es esencial.

Finalmente, cuando existe amor, respeto, confianza e intimidad de la pareja, se puede aventurar en los caminos del placer sexual.